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De París a Cadis: calotípia i col.lodió

Fotógrafo/s: Fondo fotográfico Universidad de Navarra (FFF)

Autor/es texto: David Basells, César Díaz-Aguado, Asunción Domeño, otros

Precio: 35,00 € / 45,76 $

Detalles

Fecha Edición: 2004
Lugar Edición: Barcelona
Idioma: Catalán
Páginas: 246 p.
Ilustraciones: B/N
Encuadernación: Rústica
Dimensiones: 30 cm.

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De París a Cádiz. Calotipia y colodión es la selección de 120 imágenes realizada a partir de la colección del Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra. Fundación Universitaria de Navarra. El título hace referencia a los viajeros románticos de la época, que encontraron en la fotografía un complemento ideal a sus crónicas literarias y que transformaron la visión del mundo.

Calotipia y colodión nos habla de los procesos reproducibles negativo/positivo que superaban el inconveniente de la pieza única del proceso del daguerrotipo. La calotipia (negativo de papel) permitía numerosas copias, aunque se le reprochaba su falta de nitidez, ya que al copiar por contacto el haz de luz dejaba huellas de la pasta del papel del negativo sobre la copia. Hacia mediados de los años 1850, el colodión (negativo sobre vidrio), desplazará al calotipo, ya que este proceso restablecía un equilibrio entre la reproducibilidad y la finura en los detalles.

Los fotógrafos procedían en gran parte de Francia y Gran Bretaña –Gustave de Beaucorps, Gaston Braun, Adolphe Braun, Louis-Constant-Henri-François Clercq, Charles Clifford, J.J.A. Clouzard, Frank Charteris, André-Adolphe-Eugène Disdéri, Jean-Jacques Heilmann, Jean Laurent y Minier, Farnham Maxwell Lyte, Alejandro Massari, Louis León Masson, Charles Maufsaise, Auguste Muriel, R.P. Napper, Hugh Owen, E. Pec, Charles Soulier, Edward King Tenison, Charles Thurston Thompson, Joseph Vigier y Claudius Galen Wheelhouse–, algunos solo estuvieron de paso y otros acabaron instalándose en nuestro país. También en España había grandes fotógrafos como por ejemplo Antonio Cosmes, Francisco de Leygonier y Aubert, Pablo Marés, José Martínez Sánchez y Rafael Señán y González.

Los originales de época nos transmiten la sensibilidad con que fueron creados y nos aproximan a la emoción del objeto. Algunos negativos sobre papel que merecen la consideración de obra, también han sido expuestos.

Los autores iniciaron un proceso creativo completamente nuevo, con claras referencias a la pintura ¿pero tenían otras? La mayoría de estos fotógrafos buscaban calidades documentales, pero de forma subjetiva reinterpretaban la realidad. Quizás no se consideraban artistas en el sentido que más tarde asumirán los pictorialistas, pero su autoría está fuera de toda duda y su aportación a la fotografía es indispensable.