Fecha: 2012-06-01
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Este nuevo proyecto es único en el corpus de Hänninen ya que unifica la fotografía y la pintura a través de lo figurativo y de lo abstracto respectivamente, siendo este planteamiento conceptual uno de los rasgos más originales de la serie. Por otro lado se establece una relación paralela entre territorios tan cercanos pero tan visualmente dispares como el color y el blanco y negro. La preocupación sobre la situación medioambiental a la que se enfrenta nuestra sociedad actual constituye el trasfondo de las ideas que desarrolla la artista, no solo desde el punto de vista social sino también político. Las piezas que muestran a personas no dejan de ser un símbolo de nuestra alienación individual y de nuestra conexión -quizá perdida- con la naturaleza y su belleza. La idea de Hänninen de cuestionar la tesis clásica sobre la fotografía como testigo de la realidad que nos rodea es constante en toda su obra, pero además en esta serie utiliza una dialéctica de opuestos extraordinariamente fructífera que enfrenta fotografía y pintura, color y blanco y negro, figuración y abstracción, lo verdadero y lo falso… Hänninen emplea una metodología de naturaleza minimal y procesual: a través de la digitalización de la imagen, los valores de color son eliminados de las fotografías en color originales, de forma que las ahora fotografías en blanco y negro sirven de sustrato para la pintura. Utilizando el sistema de color RAL, se calculan los valores de color originales y a continuación se “traducen” en los colores de la pintura acrílica que es aplicada a las fotografías. La artista utiliza la técnica del “overpainting” como una estrategia de ocultamiento/desvelamiento de forma deliberada, dejando visibles algunas partes de las fotografías en blanco y negro mientras que cubre otras con pintura. Curiosamente la obra de arte final no es la fotografía pintada sino la fotografía tomada de ella en el estudio, al final del proceso.

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