Fecha: 2011-02-26
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Z-N-Z ZANZIBAR Cúmulo de sensaciones, olores y, porque no, pasiones. Si, pasión por las gentes de la Isla de Zanzíbar, pasión por su singular manera de entender la vida, una vida bohemia, sin problemas a pesar de sus necesidades. Esta exposición parte de un viaje realizado a Zanzíbar en el verano de 2004, un viaje para encontrarse con su cultura, sus gentes y su entorno. Su cultura englobando en ella sus costumbres, su alimentación, su mentalidad ante la vida; su gente, y que decir de ellos con sus rostros, con sus miradas, en cualquier situación mostraban una mirada muy peculiar, y entre ellos los más fascinantes los niños, sin ningún tipo de maldad y con una mirada especialmente tierna; y englobando todo esto su entorno paradisíaco en el que viven, pues crea un todo que es Zanzíbar, tierra, mar, cielo, y para mi algo tan importante como todo lo anterior, olores. Casi toda la Isla huele a especias mezcladas con las más diversas sustancias, pescado, carne, fruta, flores, y así una eternidad de mezclas. “Zanzíbar” simbiosis perfecta entre entorno, cultura, y lo más importante, su gente. Salvador Gómez Sánchez

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